jueves, 12 de julio de 2007

analisis y procesamiento...



Para podernos hacer una idea de la relación existente entre el joven y el espacio social, primero debemos tener una idea de que es realmente lo que significa el espacio social como tal. Y aun más que eso, comprender si la identidad del espacio es compatible con la necesidad del joven actual
Viendo las cosas de esta forma:
Será posible generar un espacio capaz de albergar a todo tipo de jóvenes con distintas características... pero con un mismo fin social-vivencial
Claro que existe una forma para ellos, pero primero definiremos a que nos referimos con espacios socio vivénciales. Estos hacen referencia a aquellos espacios (valga la redundancia) que permitan una vivencia social a través del grato compartir y forma de relacionar por parte de las personas.
Los espacios sociales existen gracias a la presencia del ser social, en este sentido podemos decir que la conformación de los espacios, como así también su percepción, dependen de la influencia directa que ejerce el ser social sobre el espacio. Pero para que esta característica exista, primero debe darse una interrelación entre las distintas partes sociales que compartan el espacio. Ortega Valcárcel dice al respecto:

“El espacio como producto social es un objeto complejo y polifacético: es lo que materialmente la sociedad crea y recrea, con una entidad física definida; es una representación social y es un proyecto, en el que operan individuos, grupos sociales, instituciones, relaciones sociales, con sus propias representaciones y proyectos. El espacio se nos ofrece, además, a través de un discurso socialmente construido, que mediatiza al tiempo que vehicula nuestra representación y nuestras prácticas sociales. Es un producto social porque sólo existe a través de la existencia y reproducción de la sociedad. Este espacio tiene una doble dimensión: es a la vez material y representación mental, objeto físico y objeto mental. Es lo que se denomina espacio geográfico.”
El espacio en este sentido, es lo que la sociedad quiere que sea. A simples cuentas es el producto de la imaginación social colectiva. De esta forma, se presenta como una manifestación física, material y palpable, debido a su existencia en este plano. Como así también es una representación mental… una imagen creada por los seres sociales que lo habitan. Siguiendo estos parámetros, la sociedad genera los espacios conforme a sus requerimientos. Los espacios responden y son consecuencia de las características de los determinados entes sociales, pero esta sociedad a su vez debe también amoldarse a los aspectos primitivos del espacio.

De acuerdo a esto, es posible entonces, poder generar un espacio capaz de albergar a jóvenes con distintos tipos de características, pero con un fin socio vivencial en común, y esto es por que ese fin común es el determinante de los espacios, el cual a de amoldarse a las necesidades y propuestas de este, para así, de esa forma dar respuesta a los jóvenes.
Sin embargo, como consecuencia de esta capacidad polifacética del espacio, y debido a las distintas características de cada uno de los distintos jóvenes pertenecientes al espacio, se han de generar micro espacios, los cuales han de responder a las distintas características anteriormente nombradas.
Como consecuencia de esto, nos cabe preguntar si, el espacio social, ¿se hace realmente necesario para el desarrollo integro de los jóvenes?. A esto nos queda por responder que si, se hace realmente necesario este espacio, aun frente a la presencia de estos micro espacios, los cuales responden a una necesidad única y totalmente valida de intimidad y espacio personal, elementos absolutamente compatibles con el espacio general.
Como explicamos anteriormente, este espacio social, es la forma de escape para el joven de toda esa contaminación social existente, que lo agobia y desorienta. Además de ser el lugar y la instancia para la formación valorica grupal, a través de las vivencias conjuntas y comparativas.
Esta necesidad existencial de descubrirse así mismos, ¿corresponderá claramente a la línea de acción que busca resolver el espacio social?

¿Será realmente la forma de poder saciar esta carencia juvenil de crecimiento?
Ciertamente que el hecho de dar respuesta a las dudas existenciales, son en cada etapa de nuestras vidas elementos que marcan un periodo crítico y que se pueden transformar en apoyos, como así también en trabas para el posterior desarrollo de los jóvenes. Sin embargo, la no presencia de estos espacios, como ya nombramos en puntos anteriores, lleva a la monotonía de los jóvenes. Al estancamiento de sus capacidades y competencias, pues dicho trance, dicha detención, es detención en todos sus aspectos, no tan solo en los de las relaciones sociales, sino también en los aspectos personales y emocionales del individuo.
O también, puede llevar a que el joven o un grupo juvenil sin espacios, decida crearse uno o adueñarse de alguno que no esta pensado para satisfacer sus necesidades. Tal como lo expresa Jorge Botellas en la edición Papeles para el progreso:
“Los urbanistas, pero sobre todo los políticos que administran el suelo, no han resuelto satisfactoriamente los espacios de expansión que la juventud requiere para desarrollar su propia convivencia. Un fenómeno urbano generado en la ultimas décadas de los años 2000 en la zona mediterránea es la predilección de la juventud por salir y encontrarse en la noche; confluyendo al tiempo en otra situación propia del adolescente que es la de su limitación de recursos económicos para alternar en discotecas y salas de reunión. La consecuencia es que los jóvenes se reúnen en plazas y calles publicas, con la constante perturbación de la tranquilidad de quien a esas horas debería conciliar el sueño reparador.”

Es debido a esto, que en este informe se ha seguido la premisa de investigar acerca de la congregación juvenil y sus correspondientes espacios, pero a que nos referimos cuando decimos ¿correspondientes?. Podemos citar que la respuesta a esto son las actividades que a de realizar la agrupación juvenil o cada ser social por separado. Pues es de suma importancia la capacidad de atracción juvenil en dichas actividades, ya que en este punto entra en juego el aspecto emotivo.
Debemos dejar en claro que, como nunca, los jóvenes se encuentran en una etapa donde están despertando y liberando sus emociones más fuertes, expresándolas de distintas formas e intensidades. Y esto se encuentra estrechamente relacionado al tipo de actividad que se vaya a realizar, de acuerdo a dichas intensidades y en casos particulares, a las personalidades de cada uno de los seres sociales, será el nivel de familiaridad y aprecio que crearan.
Entonces, ¿Que tan factible es recuperar este espacio... este momento primordial que contrasta absolutamente con el ente social cada ves mas insensible y egoísta?
Ciertamente que es factible el hecho de recuperar o crear estos espacios sociales, pues como describimos anteriormente, potencian la libre expresión de los jóvenes a nivel de las emociones, paso fundamental para el desarrollo integro de cada uno de ellos. Tal cual como lo expresa Jorge Osorio en una entrevista realizada, en la cual dice:
“No es la rapidez de la sociedad la que impide generar una imagen en los jóvenes de la actualidad. Tampoco la falta de actividades para reunirlos y hacerlos participes de nuestras vivencias… no… lo que realmente falta es que nosotros pensemos en su presencia en medio nuestro… en cada una de las actividades… en cada una de las responsabilidades delegadas… en cada uno de los espacios.
Darles a los jóvenes una responsabilidad, una razón para sentirse útiles. Y ellos descubrirán por si solos la capacidad infinita de lo que son capaces… toda esa creatividad, toda esa alegría y fuerzas que están perdiéndose en muchos jóvenes. Y que los llevan a la droga, a las calles, a las pandillas… y peor aun, a prostituir sus ideales y principios debido a que no se sienten identificados con nada ni nadie que los haga valorarse a si mismos.
Y esa responsabilidad recae en cada uno de nosotros… no tan solo en los padres que no pudieron estar ahí en el momento indicado o formaron a través de golpes a muchos jóvenes que viven una realidad distorsionadas. No recae tan solo en los educadores, muchos de los cuales solo se dedican a entregar de acuerdo a lo que reciben. No señores, esta responsabilidad recae en todos y cada uno de nosotros, pues la forma real de darle gracias a Dios por como fuimos formados, es formándolos a ellos”.
El joven que se encuentra ensimismado, que se encuentra consumido por las ofertas que ofrecen los medios de comunicación y las tecnologías, es un joven cuyas capacidades sociales se ven seriamente afectadas, debido a que si dicha contaminación se vuelve excesiva se corre el riesgo de ir bloqueando poco a poco las cualidades genéricas del individuo, tales como la curiosidad social o la necesidad de desenvolverse entre semejantes. Sobre todo si son jóvenes cuyas familias no se encuentran bien constituidas o sufren problemas serios de comunicación afectiva. Todas estas situaciones pueden llevar a la formación de una persona insegura, tímida e introvertida. Incapaz de valerse por si mismo en la agitada marea de la sociedad.

¿Es realmente compatible este espacio de desarrollo juvenil, cuando no se hace presente un acompañamiento familiar?
Ciertamente esta pregunta parece algo obvio, pero no es tan así, esto debido a que no todos los jóvenes con los problemas nombrados anteriormente, son compatibles con determinado espacio social o juvenil. Esto es en gran medida a que esta persona se vuelve egoísta y autoritaria en extremo. Una persona que no toma en cuenta las opiniones del entorno, adecuando su pensamiento como el único.
Es por esto que el espacio público debe ser tratado de una forma única, teniendo una sensibilidad inmensa al momento de diseñarlo y esto es por que el espacio social es una sumatoria de distintos espacios, tantos espacios como características de seres sociales haya. Y que en su totalidad se relacionan y complementan.
Es importante dar a conocer que la única forma de revertir este fenómeno, es a través del ambiente que se genere en el grupo o espacio social. Con ambiente, nos referimos a generar una vivencia grata y familiar, sobre todo si en los antecedentes del joven en cuestión no existe una familia constituida o con mala comunicación afectiva.
La presencia de esta familiaridad es importante para la confianza del joven y su posterior desarrollo y expresión. Esta cualidad en los espacios, permite la comodidad y características permisivas suficientes para que el ser social se desarrolle con gran rapidez.

Frente a esta grata situación vivencial, ¿Cómo podemos sobreponernos a la creciente rapidez de la sociedad y su desarrollo tecnológico?
Es cierto que tanto la comunicación, como la tecnología ofrecen un sin fin de ayudas y oportunidades, como también comodidades, pero también ofrecen un abanico de identidades diversas a elegir y es por esto que el joven presenta problemas para descubrir las posibilidades de encontrarse consigo mismo y con su identidad. No se le permite el momento y la libertad para hacerlo. Esto va de la mano de la falta de relacionamiento juvenil, lo que conlleva a una falta de identidad con lo que se hace, situación fundamentada en la falta de autoconocimiento, transformándose en un círculo vicioso.
Sin embargo, la capacidad natural del ser humano por relacionarse y buscar su componente social, lo lleva a buscar de una u otra forma el poder actuar y cumplir labores tan cerca a sus semejantes como le sea permitido, es por esta necesidad y capacidad innatas del hombre, que el joven no a de verse afectado en sobre medida por estos aspectos contaminantes, situación que no quita el hecho de cuidar y potenciar dichas cualidades personales y la propia formación social.
El desarrollo de actividades en estos espacios sociales, va de la mano de un factor bastante importante y ya definido en puntos anteriores y es que estos espacios deben responder a las distintas actividades que los jóvenes han de realizar.
Entonces, de que manera, nuestras propuestas pueden ser compatibles con este mundo cada vez más funcional, que evita el espacio y momento de ocio.

Pues de una forma muy simple, y es manifestándose en si misma como un espacio social de experiencias juveniles prolongadas y existentes a través del tiempo, para así poder formar la percepción de familiaridad necesarias para el desarrollo integro. Estos espacios de pausa u ocio, son elementos de vital importancia para la concepción formadora de estos espacios sociales, esto ya que dichos momentos se transforman en los pocos momentos que permiten la auto contemplación.
¿Necesariamente se hace recurrente el generar propuestas que busquen el saneamiento de este espacio sin pausas?
Ciertamente que si es necesario, ya que los espacios deben responder a las necesidades tanto de los jóvenes, como de las actividades a realizar por ellos. Es por esto que dichos espacios deben tener una imagen única y apreciable por cualquier joven o persona, una percepción de que es realmente un lugar donde la vivencia juvenil como agrupación genere una identidad critica de lenguaje y discursos propios.
Finalmente ¿de que forma, nosotros en nuestra labor primordial de arquitectos y alquimistas del espacio podemos generar estos espacios, recuperando el criterio prioritario de el bienestar vivencial, como así también el desarrollo integro como jóvenes, por sobre las bonificaciones y remuneraciones determinantes del espacio?
Es mas que una tarea vocacional, es una tarea valorica y existencial, pues en nuestras manos recae la decisión de saber, decidir, crear o diseñar dichos espacios. Ya es hora de que tomemos decisiones reales con respecto al fundamento de lo que somos, no somos arquitectos por el reconocimiento de las formas que creamos o las estructuras que diseñamos, si no que somos arquitectos por q nuestra labor es el bienestar de la gente en todos sus sentidos. Y en esta situación, nuestra influencia es directa ya que los estados de las personas se ven afectos por el espacio que habitan.

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